miércoles, 11 de abril de 2012

No robarás





1 Tesalonicenses 5: 21-22
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Los que vivimos por estas latitudes (Suramérica o América del Sur) soportamos durante muchos años los consejos de aquellos que integraron el denominado primer mundo que en los últimos años ha caído en una devaluación que roza lo catastrófico. 
A nadie le deseamos tener que padecer altos porcentajes de desocupación (acá lo padecimos) , ni entrar el default (acá lo padecimos), ni entrar en hiperinflación (acá lo padecimos), ni sufrir un bloqueo financiero (acá lo padecimos), etc, etc. 
En muchas oportunidades los suramericanos tenemos una mirada de extrema dureza hacia nosotros mismos y otra mirada un tanto naif (ingenua) para apreciar la vida, en este caso financiera de otros países denominados del primer mundo. 
Denostamos lo nuestro y magnificamos lo ajeno. 
Muchos padecen un nacionalismo invertido a estos por estas latitudes, los llamamos cipayos. 
Creemos que nuestras miradas tienen que estar puestas hacia el lado de la justicia y los que escribimos en este blog creemos también que dicha justicia solo puede ser tamizada por las verdades que se desprenden de la Palabra de Dios.  
La estafa y la injusticia trae hambre, este es el gran pecado de la estafa que produce injusticia. 
Ser estafador es un grave pecado acá (en Argentina) tanto como en el denominado primer mundo. 
Muchos son los consejos que a los que vivimos en estos lares nos dan desde dicho primer mundo, sin embargo la mayor estafa que ha sufrido la humanidad a lo largo de toda su historia vino de Wall Street, con la burbuja financiera y el caso Lehman Brothers
Una estafa en la que se esfumaron aproximadamente 600.000 millones de dolares.  
Hoy queremos traer a la memoria esta estafa multimillonaria, eso sí, estafa "primer mundista". 

Dos advertencias bíblicas (Dos entre tantas)

 No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo. 
Éxodo 20:17


¡Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros. 
Vuestras riquezas se han podrido y vuestras ropas están comidas de polilla. 
Vuestro oro y vuestra plata se han enmohecido, su moho será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros. 
Mirad, el jornal de los obreros que han segado vuestros campos y que ha sido retenido por vosotros, clama contra vosotros; y el clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 
Santiago 5: 1 - 4
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Noticia
Lehman Brothers o una estafa legal

Fuente

A principios de diciembre de 2011, la Corte de Bancarrotas de Nueva York certificaba la evaporación de 574.000 millones de dólares de activos.
Lehman Brothers se presentó a esa Corte de Bancarrotas de Nueva York en septiembre de 2008, pidiendo protección legal frente a sus miles de acreedores en todo el mundo, alegando unos activos supuestamente valorados en 639.000 millones de dólares.



El proceso de crisis pone de manifiesto que el modelo de negocios de la firma de inversión es un casino en el que ganan los ejecutivos 
La institución hizo desaparecer, con apoyo de la Corte que llevaba el caso, el 90 por ciento de sus deudas, soslayando el pago a acreedores 
Con la quiebra Nueva York pasa a la historia de la humanidad como la ciudad en la que se ha consumado el mayor latrocinio financiero.
Tres años después y tras haber pagado 1.500 millones de dólares en honorarios a diferentes profesionales para que pusieran orden en esa casa y realizaran los activos, la misma Corte de Nueva York ha determinado que el valor real de los mismos es de 65.000 millones de dólares. Es decir, 574.000 millones de dólares han sido volatilizados, sin consecuencias para los responsables y cómplices del hecho.
Lehman Brothers ha hecho desaparecer, con el amparo, cobertura y apoyo de la Corte de Bancarrotas de Nueva York, el 90% de sus deudas, soslayando olímpicamente el pago a sus acreedores, pero sin consecuencias, puesto que el procedimiento ha sido absolutamente civil y se ha cerrado con un acuerdo prácticamente unánime.

No hay signos de que Barack Obama actúe a favor de afectados.


La prensa afín atribuye irresponsablemente a “apuestas excesivas en el mercado subprime” el origen del quebranto. Sin embargo, cada pérdida debe tener un contexto, responsables y beneficiarios. Es verdad que se ha acusado a Barclays Bank de beneficiarse en unos 11.000 millones de dólares de la quiebra, por adquisición a bajo precio de los mejores activos de Lehman, pero ¿acaso fueron en realidad 11.000 millones? no hay modo de saberlo... pero ¿dónde, cómo y cuándo han ido a parar los 628.000 o 528.000 millones de dólares restantes?
En realidad, se ha cometido y se comete la mayor estafa de la historia, de la que son cómplices instituciones financieras, supervisores y gobiernos.
No es extraño que los estafadores de Wall Street ataquen ahora, a través de los mercados que controlan, a los Estados soberanos y a las instituciones políticas: lo que pretende la plaga de Wall Street es secuestrar el género humano, hacer del Hombre el rehén de sus crímenes.
Con la quiebra de Lehman Brothers, Nueva York pasa a la historia de la Humanidad como la ciudad desde la que se ha consumado el mayor latrocinio financiero de todos los tiempos. Y lamentablemente, no hay signos de que Barack Obama, que se erigió hace cuatro años como paladín de los ciudadanos frente a los poderosos, haga otra cosa que poner la Casa Blanca al servicio de estos codiciosos señores de la guerra, militar y financiera, que destruyen familias en Estados Unidos pero también arrasan con países enteros al especular con su divisa y su deuda soberana para incrementar sus activos en dólares y los intereses por los préstamos que realizan con el producto de sus pillajes a los incautos clientes que se ponen en sus manos.
La codicia no es buena. Además de ser un pecado capital, es destructiva de una economía real de los consumidores. Es necesario que algún candidato a la Presidencia lo incluya en su programa.
Una empresa familiar
» La historia del banco de inversión comenzó a mediados del siglo XIX en la localidad alemana de Rimpar. Llegó a Nueva York de la mano de tres inmigrantes judíos en 1880.
» Debido a su origen judío, la familia Lehman tenía dificultades para desarrollar su actividad comercial en Alemania, por lo que Heinrich Lehman emigró con sólo 23 años a los Estados Unidos en busca de mejor fortuna. En 1844, este joven abrió en el estado de Alabama una tienda que seis años después, cuando se le unieron sus hermanos Emanuel y Mayer, pasó a llamarse “Lehman Brothers”, según la agencia DPA.
» Muchos clientes de esa región del sur de los Estados Unidos pagaban sus compras con algodón, por lo que los hermanos Lehman decidieron incursionar en el comercio de materias primas.
» Una vez finalizada la Guerra Civil estadounidense cobró impulso la construcción de ferrocarriles y el tendido de vías, y los estadounidenses de buena posición se mostraron interesados en invertir en la floreciente industria.
» Los hermanos Lehman comenzaron a comerciar entonces con valores del ferrocarril, iniciando así su actividad financiera. En la década de 1880, Lehman Brothers dio su salto más importante ingresando a la Bolsa de Nueva York y a comienzos del siglo XX ya se perfiló como uno de los mayores bancos de inversión del mundo.
» Así, la empobrecida familia de inmigrantes judíos alemanes se convirtió en una dinastía que engendró varias influyentes figuras de la política estadounidense. Sin embargo, y pese al empuje de los fundadores de ese imperio financiero, a partir de la muerte de Robert Lehman, ocurrida en 1969, ningún descendiente de la familia ha dirigido los destinos de la empresa que hoy convocó a sus acreedores y arrastra con su impacto a las bolsas del mundo.
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"Despiértate, tú que duermes: Últimos tiempos" es un Blog alternativo de: "Apocalipsis, los últimos tiempos"
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Oración de fe
¡Cuidate!
¡Dios te bendiga, el Señor viene pronto!

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Señales de los últimos tiempos

2Timoteo 3:1 Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles.
2Ti 3:2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes,
2Ti 3:3 sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno,
2Ti 3:4 traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios;
2Ti 3:5 teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.